viernes, 18 de junio de 2010

Sueños enterrados


Alguna vez te habrás dicho
"Que ilusos son los niños,
sueñan con volar y tocar las estrellas,
y no tienen ni idea que tan lejos están de ellas".

"Juegan con barcos y autitos,
quieren sus pilotos y héroes consagrados"..
"No saben lo que la vida hará a sus expensas,
pobres seres inocentes", tú piensas.

"Mejor que aprendan de nosotros,
somos hombres y mujeres sabios y orgullosos,
el tiempo ya se encargo de darnos moralejas,
escúchanos mejor será", aconsejas.

Entonces ahora te pregunto a ti,
¿en qué momento te volviste tan estúpido e infeliz?
¿fue cuando vendiste tu culo a la sociedad y al trabajo?
¿o cuando juraste que dos semanas al año son de verdad un descanso?

Por favor, mírate al espejo y piensa
quienes son los ilusos y quienes son los que aconsejan.
No vaya a ser que pronto te sorprendas
y encuentres tu espíritu encerrado entre rejas.

Cambiaste tus sueños y tu felicidad,
por cuarenta horas de trabajo a la semana,
cinco fin de semanas largos,
y dos veces al mes para poder hacer la "maldad".

Tu mismo que querías recorrer el mundo en motocicleta,
o tú que querías montar un circo de marionetas,
terminaste delante de una pantalla,
con una mano negra encima, que sostiene una guadaña.

No tienes siquiera un día para disfrutar
llegas agotado a acostarte, ni puedes ni descansar.
A veces no tienes ni un perro que te ladre,
a veces tus hijos se duermen sin cenar.

Si este es el producto que te vendieron,
y es la vida que me quieres entregar,
mejor guárdate tu oferta,
que antes preferiría tirarme a un precipicio,
o colgarme de un nogal.



1 comentario:

  1. Me gusta este escrito..
    Todo eso que dices es cierto, es una molestia, pero no sé si a mi papá le gustaría escucharlo, es una lástima.


    besos

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